Uruguay blinda la agricultura del país
17/12/2015 | esta noticia se ha visto 65 veces.

Uruguay se toma muy en serio la protección Alimentaria, y es que para el país la agricultura es algo muy importante y debe conservarse y proteger, gracias a esta protección se ha conseguido que todos los países de renta media y elevada como lo es Uruguay tengan acceso a créditos así como a transferencia de tecnología.
“Es un paso histórico, un punto de quiebre”, ha afirmado el responsable del Sistema de Respuesta al Cambio Climático, Ramón Méndez, en referencia al acuerdo alcanzado en la Conferencia de las Partes por el Cambio Climático en Paris: COP VEINTIUN. Se logró un acuerdo muy favorable para Uruguay y el mundo por la razon que los países contaminantes comenzarán a pagar la deuda climática que generaron y se respaldará la producción de alimentos, explicó.
En conferencia de prensa, en la cual han estado presentes los ministros de Ganadería Agricultura y Pesca, y de residencia, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, Tabaré Aguerre y Eneida de León, Méndez mencionó los principales aspectos del documento al que arribó la COP, en el cual Uruguay se ve claramente beneficiado por motivo de que se indica que los países desarrollados y contaminantes comenzarán “a pagar la deuda climática que tienen con los países como el nuestro, que no contribuyen en el cambio climático”.
“Uruguay se trae la protección de la producción de alimentos, ya que se reconoce la agricultura como algo que debe preservarse, y se logró que todos los países de renta media y elevada como Uruguay tengan acceso a la línea de financiación y a la transferencia de tecnología que nos permitirá los medios para adaptarnos mejor al cambio climático, producir la infraestructura para el mundo que se viene, proteger nuestra salud pública, nuestro turismo y nuestros cursos de agua, entre otras cosas”, subrayó.
Resaltó que el mecanismo con el que se trabajará es innovador ya que funcionará “de abajo hacia arriba”: los países hablan de que es lo que están dispuestos a hacer y eso se transforma automáticamente en una obligación. Cada cinco años se realizará una revisión global de los objetivos trazados para ver si pertenecen al camino que indica la ciencia. “Esto es muy fuerte, todos decimos cómo contribuiremos Sin Embargo tendremos que ponernos de tratado y cumplirlo”, señaló.
Para el jerarca el acuerdo equilibra las responsabilidades ya que propone conservar el incremento de temperatura “muy por debajo de los dos grados”; ampliar la habilidad de los países a adaptarse En los términos adversos del cambio climático y al desarrollo bajo en carbono para que no amenace la producción de alimentos, y en tercer lugar propone hacer que el dinero fluya de modo adecuado y consistentemente, por el camino hacia un proceso bajo en emisiones y climáticamente resiliente.
Se marcan objetivos y obligaciones que los países suscriptores deberán cumplir, comentó Méndez, y comentó que el papel de la ciencia tendrá que ser central en la toma de decisiones. “Esto es un elemento central ya que la diplomacia científica ocupará un papel preponderante por primera vez”.
“Este pacto es como una gran constitución y ahora hay que escribir las leyes, decretos y reglamentaciones que hagan posible el aterrizaje de todos estos elementos a los que los países nos comprometimos”, agregó.
Reconoció que es un pacto muy ambicioso y tal vez no se comprenda fácilmente por el lenguaje donde está redactado, No Obstante resaltó que marca un camino y reconoce el trabajo de años y años de ciertas organizaciones y redes de activistas.
Méndez se cerró que lo que se logró en París no fue casualidad, “no es fruto del azar, se trabajó en lo que va de meses en un esfuerzo colectivo a nivel nacional y fuimos a buscar las alianzas necesarias con diferentes países, organizaciones y colectivos. Esto fue lo que ha permitido que algo poco probable se transformara en una realidad”.
Fuente original: http://www.todoelcampo.com.uy/